A principios de 1894, Marie conoce a Pierre y lo relata así:
" Uno de mis compatriotas, un profesor(José Kowalski) de la Universidad de Friburgo, que me había visitado, me invitó a su casa junto a un joven físico de París a quién conocía y estimaba mucho. Cuando entré en la habitación vi, enmarcado por la ventana francesa que se abría al balcón un hombre joven y alto con pelo castaño rojizo y grandes, limpios ojos. Advertí la expresión grave y amable de su cara, al igual que un cierto abandono en su actitud, sugiriendo el soñador absorto en sus reflexiones. Me mostró una sencilla cordialidad y me pareció muy agradable. Después de aquel primer encuentro expresó el deseo de verme de nuevo y continuar nuestra conversación de aquella tarde sobre asuntos científicos y sociales en los que ambos estábamos interesados, y sobre los que parecíamos tener opiniones similares".
No hay comentarios:
Publicar un comentario